Tu pelo frondoso como la copa de un árbol.
Tus ojos verdes como el césped, que se vuelven
ámbar cuando el sol se refleja en ellos. Eres fuerte
como el tronco de un árbol y difícilmente pueden
derribarte. Eres amigable, todos quieren de tu
cobijo y de tu sombra.
Pero eres tan buena
que dejas que te talen,
dañándote, aún sabiendo
que ya no volverás a crecer
de la misma forma.
Escrito por: Lucía S.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario