Capítulo 3
-Vale, muchas gracias. Pues nos vemos el mes que viene. Venga, un abrazo.-
Stephan comenzó su nueva aventura. Con todo el tiempo del mundo en sus manos decidió encargar un par de pantallas más para poder monitorizar lo que le fuese oportuno. Tenía la idea de que todo iba a salir genial, que conseguiría una nueva vida a raíz de eso. Se entusiasmó tanto que no paraba de pensar únicamente en lo que podría hacer con las cámaras.
Con el estudio ya montado en su propio salón, decidió empezar por los países y ciudades más cercanas. Convenciéndose a sí mismo de que debía ser un héroe, empezó a ayudar a aquellos a los que observaba día tras día. Algunos de los ejemplos son "difíciles" de explicar, pero comentaré alguno que otro por encima:
En una de las cámaras apareció un coche en medio de una carretera. Era de noche. El coche empezó a saltarse los semáforos y, pese a que el conductor intentaba frenar, no lo consiguió debido a que la carretera era una pendiente. Stephan le siguió el paso con diferentes cámaras, ya que aunque apenas podía diferenciar la cara del conductor creyó que éste estaba asustado. Llamó a la policía y le explicó la situación. ¿Qué sucedió después de esa llamada? Stephan no lo dijo, pero supongo que no les dio tiempo a asistir a aquel hombre.
En otra ocasión vio cómo un ladrón intentaba entrar en una relojería. El ladrón, que parecía no tener mucha experiencia, tardó lo suficiente como para que la policía llegase a detenerlo.
Y la que más me sorprendió fue una en la que Stephan estuvo observando a una niña pequeña. Según comentó, no tendría más de doce años. En sus continuas observaciones, se dio cuenta de que sufría bullying por parte de sus compañeros de clase y no vivía una buena situación familiar. Stephan, decidido a ayudarla, le mandó un paquete como si de un admirador secreto se tratara. Uno lleno de juguetes y una carta que le subiera el ánimo.
El salón de Stephan se había convertido en un escenario digno de película, un lugar donde guardaba multitud de pantallas que redirigían las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de multitud de lugares. Durante las vacaciones, comenzó a cumplir lo que llamaba "su sueño". Se rodeó de los monitores e imaginó que estaba en aquellos lugares, con muchas playas, sitios especiales y de interés. En sus propias palabras: "Fueron las mejores vacaciones de mi vida".
Cada dos días cambiaba de localización. Tenía apuntados en una libreta todos los sitios en los que había "estado" y los que le restaban por ver, con un planning bastante minucioso.
-Esa semana tocaba Madrid. No me entusiasmaba demasiado... Apenas sabía nada del lugar. No conocía muchos sitios interesantes, no tiene playa... No me llamaba la atención, pero al tratarse de una capital quise investigar un poco.- Empezó a hablar cada vez más lento, pensando en lo que tenía que decir.
-Al no conocer nada, supongo que investigué demasiado sin apenas acercarme a la verdad. No terminó bien... Creo que esa ciudad tuvo que ver con todo esto...-
Stephan apuntó los lugares por los que pasaba, marcando los más interesantes y los que tenían más potencial. Creía no equivocarse. Madrid no le ofrecía lo que buscaba, pero era un hombre tan meticuloso dentro de sus banalidades, que le hizo volver a buscar esas cámaras al día siguiente.
-Las cámaras no habían cambiado. Lo normal era que la gente pasara. No sé... Incluso en callejones oscuros la luz de los coches se perdía de vez en cuando, pero en esas cámaras... Absolutamente nada había cambiado. Lo primero que pensé es que sería un fallo que la página tendría o que estuvieran las cámaras rotas, pero no tenía mucho sentido. Miré las otras que apunté de la misma ciudad, incluso de sitios cercanos, pero estaban bien. Sin embargo, había algo mal en las otras.- No se lo pensó dos veces y llamó a su compañero Luca, que apareció en su casa enseguida.
-Sigo pensando que estás puto loco.- Stephan decía que Luca no le tomaba en serio nunca, pero veía interés en solucionar tal estupidez aunque no le encontrase un sentido.
-Siempre lo has pensado.- Stephan sintió que su mente estaba cambiando. O eso creyó.
-¡Pues ahora más, joder! ¿Trabajas en seguridad y haces esto?- Le reprochó Luca.
- ¿Y qué? Ni que fuera a vender información o similar.-
-¡Coño! Stephan... Coges tus putas vacaciones que tanto necesitabas porque estabas puto destrozado de un trabajo que se basa en "proteger y cuidar" a un sitio y a la estúpida gente que hay en él, para irte a tu casa a hacer lo mismo pero a lo grande... ¡Enhorabuena! ¡A saber si encima esto es legal o qué!- Decía un Luca enfurecido.
Lo que Stephan hacía no estaba dentro de las nociones básicas de buena conducta que entendía Luca, pero era su amigo y sabía que era el único que tenía.
- Mira, Luca... Me la pela. Te he invitado a mi casa para que me ayudes. Si no vas a hacer otra cosa que juzgarme o criticarme te puedes ir a tomar por culo.-
Luca quedó en silencio y comprendió lo que Stephan le pedía. Sabía que Stephan no lo hacía con maldad. Era la primera vez que lo veía tan seguro de sí mismo.
-A ver... Esto no es un fallo de la página. Todas las cámaras están conectadas a un centro de monitorización o varios. Si hubiese un fallo se cortaría la grabación para poder repararla o se sustituiría por una cámara cercana.-
-Pero... Puede que la página haya puesto un vídeo en bucle mientras están en mantenimiento.-
- ¡Nah! Fíjate en este código de la imagen... Aquí marca la fecha, hora y coordenadas. Según he visto, cambia según la geolocalización, pero dudo mucho que se molesten en cambiar los códigos constantemente.-
-Sería más simple ponerlo en "mantenimiento", ¿Por qué se molestarían en hacer esto?-
-Para ocultar algo, eso está claro...-
Stephan no creía a Luca. Pensaba que todo era un fallo extraño y no creía que fuese premeditado.
-Mira... A veces por cuestiones políticas nos piden que no vayamos a trabajar durante unos días y ellos se encargan de su seguridad. A cambio, nadie tiene información sobre lo que hacen en ese lugar. Puede que es lo que esté ocurriendo, que monitorizan esas cámaras para que nadie sepa dónde hay políticos o cargos importantes... No lo sé.- Stephan reconoció que no era una idea tan disparatada. Lo que Luca contaba le había pasado a él.
-No le des más vueltas... No será nada. ¡Aprovecha las vacaciones y descansa!-
Lucas se marchó y Stephan se sintió derrotado, como si estuviera perdiendo una gran oportunidad. Se sentó delante de las pantallas, nuevamente.
-Pero... ¿Y si es algo más? Puede que lo sea... Necesito que lo sea...-
Escrito por: Daniel Álvaro Nogales.
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